El Sevilla sufrió una contundente ‘bofetada de realidad’ en Nervión al caer derrotado ante el colista, el Mallorca. Tras una victoria ilusionante contra el Barcelona antes del parón de selecciones, el equipo de Almeyda buscaba su tercer triunfo consecutivo. Sin embargo, tres goles en diez minutos del conjunto balear destaparon las debilidades defensivas del Sevilla, sentenciando un partido que parecía controlado.
Cambios y lesiones marcan el inicio
Matías Almeyda había definido su equipo tipo, pero la defensa sufrió un revés temprano con la lesión de Azpilicueta. El central, uno de los líderes del equipo, tuvo que abandonar el campo, siendo reemplazado por el canterano Ramón Martínez. En el Mallorca, Mateu Jaume ocupó el lateral izquierdo ante la ausencia de Lato y la incorporación tardía de Mojica. La titularidad de Jan Virgili, tras su destacada actuación en el Mundial Sub 20, y la presencia de Llabrés en las bandas, completaron el once balear.
Vargas adelanta al Sevilla, pero la defensa se resquebraja
El Sánchez-Pizjuán vivió un momento de esperanza cuando Rubén Vargas adelantó al Sevilla con un disparo cruzado tras una jugada por la banda derecha de Carmona. El extremo suizo sumaba así su segundo gol y cuarta asistencia de la temporada. A pesar de las ocasiones del conjunto bermellón, especialmente de Jan Virgili, el Sevilla no lograba sentenciar el encuentro. Un contraataque de Suazo que acabó con un cabezazo de Juanlu fue detenido por el meta visitante, mientras que un espectacular contragolpe de Virgili, tras una gran jugada individual, no encontró portería.
El Mallorca remonta y deja helado al Pizjuán
Tras la reanudación, una gran intervención de Odysseas a Virgili mantuvo el empate. Sin embargo, el Mallorca supo esperar su momento y aprovechó las pérdidas del Sevilla para dar la vuelta al marcador. Una pérdida de Suazo propició el empate de Muriqi, quien batió a Odysseas con un potente remate. Poco después, Mateo Joseph, recién ingresado, marcó el segundo para el Mallorca tras un centro de Mojica. El 1-3 llegó tras un despeje fallido de Marcao, sentenciando un partido que transforma la dinámica del equipo balear y alivia la presión sobre su técnico.
Fuente: Marca