El Ramón Sánchez-Pizjuán celebra 50 años desde su conclusión en 1975, consolidando su estructura actual. La obra, inaugurada originalmente en 1958, superó dificultades económicas gracias, en gran medida, a la contribución de sus seguidores.
El club presentó una exposición que detalla el proceso de construcción y finalización del estadio. Los aficionados aportaron alrededor de 10 millones de las antiguas pesetas, una suma considerable en su momento. Joaquín Caparrós, presidente de honor del Sevilla, y Javier Terenti, responsable del Área de Historia, inauguraron la muestra.
Caparrós recordó los inicios del estadio, describiéndolo como «las ruinas de Itálica» antes de su completa edificación. «Yo venía con mi padre a Gol Norte con entrada infantil, para nosotros sin estar acabado era el mejor estadio que había», compartió Caparrós, enfatizando el cariño de la afición desde sus inicios.
Inauguración y finalización
El Sánchez-Pizjuán se inauguró en 1958, pero el proyecto original, diseñado por Muñoz Monasterio (autor del Santiago Bernabéu), no se completó hasta 1975 bajo la presidencia de Eugenio Montes Cabeza.
Hace medio siglo, el Sevilla regresaba a Primera División para completar un estadio que llegó a albergar 77.000 espectadores. Actualmente, su aforo supera los 43.000 asientos. Javier Terenti expresó la satisfacción de «ver cómo ha crecido todo» desde que «el sevillismo ayudaba» en los momentos difíciles.
Fuente: AS