En una jornada cargada de emoción, Rosario Central rindió un sentido homenaje a su extécnico Miguel Ángel Russo. La urna con sus cenizas fue trasladada al centro del campo del Gigante de Arroyito, donde familiares y jugadores se acercaron para darle un último adiós.
El silencio y la posterior ovación de los hinchas, que corearon «Y ya lo ve, es el equipo de Miguel», resonaron en el estadio. Las lágrimas de jugadores como Di María, Fatura, Véliz y Campaz evidenciaron la profunda conexión emocional del club con su recordado entrenador.
Este emotivo tributo se suma a los realizados en otras canchas, pero tuvo un significado especial en el Gigante de Arroyito, escenario de la última conquista de Russo con el equipo hace tres años. La familia del entrenador decidió que sus restos descansaran en el corazón del estadio, rodeado del césped y la pasión por el fútbol que lo acompañaron toda su vida.
Fuente: Olé