La defensa del Napoli, tradicionalmente sólida bajo la dirección de Antonio Conte, se desmoronó por completo ante la velocidad y contundencia del PSV, cayendo derrotado por un contundente 6-2 en un partido que se convirtió en una auténtica noche de terror para los italianos.
El encuentro se caracterizó por un ritmo implacable y un juego al límite del error. Desde el inicio, el PSV demostró su ambición, presionando alto y generando peligro constante. A pesar de intentos del Napoli por medio de Lucca, Spinazzola y Politano, la zaga napolitana se mostró imprecisa.
Un gol anulado a Saibari por fuera de juego fue la primera advertencia para el Napoli. Sin embargo, el equipo italiano logró adelantarse con un gol de McTominay tras un centro de Spinazzola. La alegría duró poco, ya que un autogol de Buongiorno igualó el marcador. Antes del descanso, el PSV tomó la delantera con un tanto de Saibari tras un contraataque.
Segunda Mitad Devastadora
La segunda mitad comenzó con una leve reacción del Napoli, pero pronto el PSV retomó el control. Los errores defensivos italianos se multiplicaron, permitiendo al equipo holandés ampliar la ventaja. Man anotó el 3-1 y luego el 4-1, aprovechando la desorganización defensiva del Napoli.
A pesar de algunos intentos individuales del Napoli por medio de Lang y Neres, la noche se tornó aún más sombría con la expulsión de Lucca en el minuto 76. El PSV aprovechó la inferioridad numérica para sentenciar el partido con goles de Man y Pepi, y Driouech, sellando el 6-2 definitivo.
El único consuelo para el Napoli fue el segundo gol de McTominay, que maquilló el resultado. Sin embargo, la contundente victoria del PSV deja al equipo italiano con un orgullo herido y una clara necesidad de reevaluar su rendimiento en la competición.
Fuente: AS