En la Juventus, la ‘Vecchia Signora’, jugaba Platini, un futbolista capaz de hipnotizar al público con su control del balón. Era el ’10’, el faro de su equipo, un capitán con gestos que cautivaban. En los agitados años 80, con el Real Madrid aferrado al recuerdo de su sexta Copa de Europa y confiando en la ‘Quinta del Buitre’, el técnico Leo Beenhakker tenía preparada una marca férrea para Platini: Chendo le seguiría hasta el final del partido.
Un primer golpe de realidad llegó cuando el Bernabéu observó que la Juventus, por coincidencia de colores, vestiría de amarillo y azul, evocando a Las Palmas o la selección sueca, en lugar de su tradicional blanquinegra.
El gol de Butragueño
Entre la afición italiana, fácilmente identificables por su elegancia y por hojear el ‘Tuttosport’, se encontraba el periódico deportivo turinés. Sus páginas, de gran tamaño, contenían extensos artículos.
Chendo cumplió su labor con diligencia, pegado a Platini como una sombra. En la defensa de la Juve, destacaba Brio. En esa noche, Chendo se proyectó al ataque y sirvió el pase para que Butragueño anotara el único gol del encuentro.
El 1-0 final dejó la vuelta abierta a sorpresas. Platini llegó a ser presidente de la UEFA, mientras que Chendo sigue ligado al club. Aquellos aficionados italianos, al marcharse, dejaron su ‘Tuttosport’ leído y revuelto en sus asientos, un objeto perfecto para abrigarse en el camino de vuelta.
Fuente: MARCA