La vuelta de Luis Carrión al Carlos Tartiere, para enfrentarse al Espanyol, estuvo marcada por los silbidos de parte de la afición del Real Oviedo. El nombre del entrenador fue abucheado al ser anunciado por megafonía y cada vez que era enfocado por el videomarcador, un hecho inusual antes de un partido.
El descontento de la afición oviedista se remonta a dos temporadas atrás, cuando Carrión asumió el cargo en septiembre de 2023. Bajo su dirección, el equipo remontó desde la zona de descenso y alcanzó la promoción de ascenso. El Oviedo superó al Eibar y llegó a la final contra el Espanyol, logrando una ventaja de 1-0 en la ida. Sin embargo, la derrota por 2-0 en la vuelta en Cornellà significó el fin de la ilusión, pese al orgullo por la temporada realizada.
Tras la eliminación, surgió la polémica sobre la continuidad de Carrión. Mientras el equipo canario de Las Palmas buscaba entrenador, Carrión mantuvo ambigüedad sobre su futuro, dejando abierta la posibilidad de continuar en Asturias. No obstante, la percepción de muchos aficionados es que ya había comprometido su palabra con Las Palmas, lo cual pareció confirmarse con mensajes del presidente canario y, finalmente, con el anuncio de su contratación por parte de Las Palmas pocos días después de una reunión clave con los rectores del Oviedo. Esto generó un sentimiento de engaño entre muchos seguidores.
La presentación de Carrión en su segunda etapa no calmó las aguas. Aunque reconoció que pudo haber hecho las cosas de otra manera, no llegó a pedir disculpas explícitas. El máximo accionista del Real Oviedo, Jesús Martínez, confirmó haber recibido disculpas por parte del técnico. La salida de Paunovic, quien había logrado el ascenso, terminó de conformar una narrativa donde Carrión parecía señalado desde antes de su regreso.
En esta nueva etapa, Luis Carrión tiene el doble reto de mejorar la posición del equipo y recuperar la confianza de la afición del Tartiere. La derrota inicial contra el Espanyol no ha sido un buen comienzo para alcanzar estas metas, pero aún queda tiempo por delante.
Fuente: AS