La temporada pasada, Hansi Flick apostó firmemente por la pareja de centrales formada por Iñigo Martínez y Pau Cubarsí, alineándolos juntos en ocho de los diez primeros partidos oficiales. Solo dos ausencias registraron en esa dupla: el descanso de Cubarsí en Villarreal y la primera derrota oficial del Barça ante el Sevilla (4-2), donde Iñigo no jugó. Este curso, la defensa central ha visto rotar hasta cuatro parejas distintas bajo la dirección de Flick: Araújo-Cubarsí (cinco partidos), Eric-Cubarsí (dos), Eric-Christensen (dos) y Araújo-Christensen (uno).
Aunque Flick asegura que la elección de las parejas defensivas responde a las necesidades del equipo y las características de los rivales, la realidad es que la ausencia de Iñigo Martínez, quien ahora milita en el Al Nassr, se está haciendo notar. Durante la temporada anterior, la solidez de Iñigo y Cubarsí como dupla demostró ser exitosa. Tras la marcha del central Vasco, Cubarsí ha visto mermada su influencia. Ha tenido que adaptar su posición, enfrentando mayores dificultades en la banda izquierda a pesar de mantener una buena salida de balón. Lo más preocupante es la pérdida de confianza en los duelos y una menor colocación sin las indicaciones de Iñigo.
Reconstrucción defensiva con Araújo y Eric García
Ronald Araújo, superada su lesión inicial de la temporada pasada, ha recuperado protagonismo. Flick le ha otorgado galones, pero su arranque de temporada no ha sido el esperado. De hecho, el técnico lo ‘escondió’ tácticamente contra el PSG y lo sustituyó ante el Sevilla, buscando mejorar la salida de balón con Eric García. El central barcelonés se perfila como el jugador más estable del eje defensivo y no sería de extrañar que Flick iniciara la reconstrucción de la zaga a partir de él. Andreas Christensen ha compartido eje con Eric en dos ocasiones y con Araújo en una. Se esperaba que el danés asumiera un rol principal tras la salida de Iñigo, pero hasta ahora su participación ha sido secundaria.
Las dificultades defensivas del equipo no parecen originarse únicamente en la composición de la pareja de centrales, pero las desconexiones son evidentes. Cubarsí ya señaló la semana pasada que la presión debe comenzar desde el ataque. En el esquema de Flick, cualquier fallo en la colaboración presionante puede desestabilizar el entramado defensivo. Sin embargo, al centro de la defensa le falta una figura de jerarquía que imponga orden y confianza. Esta carencia dificulta enormemente la circulación del balón en la liga y hace casi imposible competir a nivel europeo sin sufrir contundentes estrellatos.
Fonte: AS España