El entrenador del Cádiz CF, Mauricio Pellegrino, lamentó la dureza con la que se emplearon los jugadores del Rayo Vallecano contra Carlos Álvarez. Si bien reconoció que el resultado final de 0-3 fue abultado y un castigo excesivo para su equipo, Pellegrino se centró en la actuación arbitral y la permisividad hacia las faltas reiteradas sobre el joven jugador.
“Le dije al árbitro, con toda la educación del mundo, que Carlos Álvarez no puede ser un pim, pam, pum”, declaró Pellegrino tras el encuentro. Subrayó que, si bien Carlos Álvarez se autolesionó en la jugada del esguince, la continuidad y reiteración de las faltas previas por parte del rival deberían haber sido sancionadas con mayor rigor para evitar este tipo de situaciones.
Pellegrino hizo hincapié en la necesidad de que los árbitros intervengan para proteger a los jugadores y evitar que se conviertan en objetivos. “Hay que castigar con más rigor en las tarjetas amarillas para que el rival sepa que no se puede pasar”, enfatizó. A pesar de esta crítica, el técnico del Cádiz CF asumió la responsabilidad del resultado, afirmando que la derrota se debió a que su equipo no logró defender con solidez y se mostró frágil en las áreas, concediendo goles en sus primeras llegadas rivales y sufriendo en los espacios abiertos.
El entrenador reconoció que el equipo debe corregir “muchas cosas” y mejorar en defensa, a pesar de ser uno de los equipos más goleadores. “No nos va a valer solo con eso, tenemos que empezar a hacernos fuertes en defensa”, concluyó, aunque se mostró algo más tranquilo por el esfuerzo final de sus jugadores.
Fuente: AS.com