Un enfado de fútbol, pero uno de los que llaman la atención. Mastantuono se las tuvo para dejar que Alaba lanzase una falta. Una algo por detrás de la frontal, ligeramente escorada hacia la posición de un zurdo. La quería el argentino. Pero también el austriaco. Y este último ganó el pulso.
Mastantuono tardó varios segundos en aceptar la decisión. Insistió e insistió en que la quería. Que era suya. El asunto llegó a tal punto, que Militao tuvo que acudir a llevárselo. A zanjar una discusión que sólo se estaba produciendo en una dirección: mientras Mastantuono insistía, Alaba colocaba el balón y se preparaba para disparar.
Detuvo Soria
Así terminó todo. David golpeó con mucha potencia, en un chut que salió centrado y pudo despejar David Soria, aunque con ciertas dificultades. Incómodo. Así terminó un episodio que puede ser cotidiano en el fútbol, pero que no por ello deja de ser llamativo. Mastantuono no se tomó bien el no lanzar esa falta. Y no tuvo inconveniente alguno en que se viese públicamente su enfado.
Fuente: AS