El empate sin goles entre Andorra y Granada dejó la sensación de que ambos equipos se marcharon con más preguntas que respuestas. El conjunto de Ibai Gómez quiso desplegar su estilo habitual, pero sin la fluidez ni la frescura de las primeras jornadas. Los visitantes, en cambio, impusieron su plan de partido, esperaron y trataron de castigar las pérdidas del Andorra. De menos a más, el punto les supo mejor. El Andorra, por lo menos, dejó la portería a cero.
La ocasión más clara del partido la tuvo Manu Nieto a los dos minutos de empezar. Un balón parado que Alende prolongó al área pequeña y que Nieto no atinó a rematar. Una acción que pudo cambiar el devenir del partido, ya que el Andorra no hubiese variado su plan con un gol a favor, pero el Granada tarde o temprano sí. Mientras que los del Principado quisieron tener el balón y combinar, el Granada esperó un robo para salir muy vertical y castigar al Andorra. Y por poco le sale bien en un par de veces durante los primeros 45 minutos, con acciones de Faye que pusieron a prueba a Yaakobishvili.
El plan de partido se impuso el del Granada, que estuvo siempre atento y ordenado, pero también por demérito del Andorra. El equipo de Ibai Gómez estuvo mucho menos fluido de lo habitual, no encontraron los espacios y solo Carrique superó líneas conduciendo. No estaban cómodos.
Tras el descanso, fueron los dos porteros quienes evitaron que se moviera el marcador. Primero Yako, con una excelente parada, no menos buena que la que realizó Luca Zidane después a un remate de Jastin. Ambos entrenadores trataron de cambiar el signo del partido desde los cambios, pero no lo lograron de forma inmediata.
El Granada, sin embargo, tenía el partido donde quería y apretó en los minutos finales. Sergio Rodelas envió el balón a las nubes a portería vacía. Casi tan clara como la de Minsu, que envió por encima del larguero un balón excelente de Jastin. Lautaro y Lama también tuvieron ocasiones, pero el marcador no se movió.
Fonte: AS.com