Kevin Castaño confesó en un reciente stream su gran sueño de infancia: jugar en River Plate. El mediocampista colombiano, actual jugador del club millonario, reveló que se levantaba diariamente con la imagen del escudo de River como fondo de pantalla en su celular, alimentando su deseo de vestir la camiseta del club.
El jugador, mostrando una faceta más personal y relajada, compartió detalles íntimos de su vida y su conexión con el club argentino. Desde su etapa formativa en Águilas Doradas de Colombia, Castaño ya visualizaba la posibilidad de jugar en el icónico Estadio Monumental, inspirado por las huellas dejadas por compatriotas como Juan Pablo Ángel, Radamel Falcao, Teo Gutiérrez, Rafa Borré y Juanfer Quintero.
Momentos difíciles y autocrítica
A pesar de su arraigado fanatismo, el presente de Castaño en el equipo no ha sido completamente idílico. Tras un buen inicio de temporada donde se consolidó en el mediocampo, el jugador ha atravesado un período de actuaciones menos destacadas, algo que ha sido notado por el cuerpo técnico dirigido por Marcelo Gallardo. Si bien mantiene su lugar en el once inicial, su condición de indiscutido se ha visto matizada con sustituciones y suplencias en partidos recientes.
Castaño es consciente de esta situación y enfatiza la importancia de la autocrítica para superar los momentos adversos. «Yo he tenido partidos malos. Como todo en la vida, uno puede tener momentos difíciles y otros buenos. Cuando tengo dos partidos malos, soy muy autocrítico. No me quedo en el problema, trato de mejorar, ver los errores, autocriticarme», afirmó, subrayando que la autocrítica es «fundamental» para el crecimiento y la corrección.
Lecciones de vida desde Rusia
El futbolista también compartió una lección de vida aprendida durante su paso por Rusia. «Rusia me dejó muchas enseñanzas: tenía mucho dinero, pero no tenía nada», reflexionó. Esta experiencia le permitió comprender que el valor de las cosas trasciende lo material. «Me di cuenta de que el dinero no es todo en la vida, hay cosas más importantes como ver a mi niña y a mi novia, descansar, ver a mi papá, reírme con mi hermano», concluyó, destacando la importancia de los afectos y el bienestar personal.
Fuente: Olé