Aunque pueda parecer una traición a su filosofía, Hansi Flick podría considerar una pausa temporal en el innegociable estilo de juego del Barcelona. La propuesta atrevida y arriesgada que deslumbró a seguidores y jugadores la temporada pasada, llevándolos a sentirse casi invencibles y a conquistar tres títulos nacionales, ahora enfrenta cuestionamientos.
El propio Flick reconoció que jugar con la defensa tan adelantada solo es viable con una presión excelente y una comunicación y concentración perfectas. Sin embargo, la energía del equipo ha disminuido, lesiones de jugadores clave en la presión como Raphinha han afectado el rendimiento, y algunos futbolistas como Koundé parecen desorientados. Derrotas ante el PSG y un Sevilla que expuso las debilidades, junto con ocasiones claras falladas por el Girona, plantean dudas. Un gol salvador de Araújo aseguró puntos vitales, pero replicar este estilo ante rivales fuertes podría ser temerario.
Fuente: AS.com